noviembre 9, 2016

Reporte de un caso. Control de daño de extremidad pélvica en lesión compleja del pie.


Las lesiones de la articulación tarsometatarsal (Lisfranc) son producidas en accidentes automovilísticos en más de 20% de los casos, siendo poco común este tipo de trauma y su reducción ha sido reportada en 50% de los casos de manera cerrada.


En 1986 Myerson y colaboradores publicaron una revisión de 76 lesiones tarsometatarsianas por traumatismo de alta energía, apuntando una correlación directa entre los buenos resultados y la reducción anatómica de la fractura luxación. Sin embargo, muchos pacientes, incluso con cambios degenerativos postraumáticos en esta región, presentan resultados satisfactorios. La clasificación de estas lesiones es útil para la comunicación entre los cirujanos ortopédicos para determinar el plano de desplazamiento y para evaluar el grado de lesión en tejidos blandos, aunque la clasificación no tiene significación pronóstica.

Lesiones tipo A: las lesiones tipo A suponen desplazamiento de los cinco metatarsianos, con o sin fractura de la base del segundo metatarsiano, el desplazamiento suele ser lateral o dorsolateral y los metatarsianos se desplazan como una unidad, estas lesiones se denominan homolaterales. Lesiones tipo B: en las lesiones tipo B están indemnes una articulación o más, las lesiones tipo B presentan un desplazamiento medial, en ocasiones con afectación en la articulación intercuneiforme o escafocuneiforme. Las lesiones tipo B2 presentan desplazamiento lateral y pueden afectar la articulación entre la cuña y el primer metatarsiano. Lesiones tipo C: las del tipo C son lesiones divergentes y pueden ser parciales (C1) o completas (C2). Normalmente son lesiones de alta energía y se asocian a importante tumefacción, estando predispuestas a complicaciones, especialmente al síndrome compartimental.

clavo-steinmann

Las lesiones complejas del pie con lesión extensa en tejidos blandos producen mejores resultados con manejo inmediato, siendo la fijación con reducción anatómica y la cobertura de los tejidos blandos los principales vectores, por lo que su manejo requiere una intervención multidisciplinaria.


Velázquez-Vélez D,* Durán-Martínez N,** Peñafort-García JA,*** Romero-Peña A**** Servicio de Ortopedia y Traumatología «Dr. Luis Anaya» Hospital General Balbuena. Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal

Acta Ortopédica Mexicana 2015; 29(5): Sep.-Oct: 275-279

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