Las lesiones del ligamento cruzado anterior son frecuentes en la población, con mayor incidencia en las mujeres. El tipo de deporte que practique el atleta también será un factor de riesgo.
Las lesiones ligamentarias en la rodilla son frecuentes en la población. Cada año se calculan de cuatro a 10 casos por cada mil habitantes. La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es común, no sólo en atletas profesionales sino también en personas que practican deporte regularmente; abarca 64% de las lesiones de rodilla en actividades deportivas de corte y pivote; por lo tanto, el LCA es el ligamento que con más frecuencia se lesiona en los deportistas, siendo un problema de salud en ortopedia, ya que ocupan las principales demandas de atención en los servicios de urgencia.
La relación entre el volumen y el área transversal del LCA, índice de masa corporal (IMC), estatura, edad y género son los principales factores de riesgo en este tipo de lesiones. En mujeres, por ejemplo, el LCA es inferior en fuerza y de menor longitud; esto sugiere que el LCA es más estrecho y puede ser factor de riesgo para presentar lesiones sin contacto.
Los síntomas más comunes son dolor intenso, sensación de «pop» o tronido, aumento de volumen, pérdida de la movilidad de la extremidad afectada y hemartrosis secundaria, síntoma cardinal en ruptura de LCA.
El tratamiento de elección en el deportista es la reconstrucción del LCA (RLCA) con el objetivo de proporcionar una rodilla mecánicamente estable y reducir el riesgo de daños secundarios a los meniscos y/o cartílago, evitando así una osteoartritis temprana de la rodilla.
Darío E Garín Zertuche,* Edgar Reyes Padilla,** Alfredo Penagos Paniagua***
FUENTE: http://www.medigraphic.com/pdfs/orthotips/ot-2016/ot162c.pdf