La fractura de radio distal en el paciente joven en edad laboral es frecuente. Se asocia a una discapacidad potencial si el tratamiento es inadecuado. Estadísticamente, estas lesiones representan la sexta parte del total de las fracturas atendidas y se estima una incidencia global de aproximadamente 280 en 100,000 habitantes/ año en su mayoría mujeres.
Tomando en cuenta sólo las fracturas de antebrazo, las del radio distal, representan 74.5%. Su pico de incidencia más elevado se observa en gente adulta, como consecuencia probable de la osteopenia, entre los 40 y 59 años se encuentra una incidencia más elevada todavía.
El diagnóstico de estas lesiones se realiza por la historia clínica y el antecedente de traumatismo. La sintomatología suele ser muy evidente, como lo describiera Colles: con deformidad en dorso de tenedor. La sintomatología incluido el dolor, varía de acuerdo con el grado de desplazamiento, edad, condición general del paciente, tiempo y grado de evolución y la existencia de comorbilidades.
Las radiografías de rutina incluyen: anteroposterior y lateral de muñeca, complementadas con proyecciones oblicuas, cuyo objetivo es determinar de forma fiable, la dirección y extensión del desplazamiento inicial. En caso de realizarse cualquier manipulación con miras a una reducción temporal o definitiva se deberán tomar nuevas proyecciones completas para valorar nuevamente la deformidad residual y el grado de conminución.
Las fracturas del radio distal son frecuentes, de gran impacto económico y funcional en el paciente joven entre 20 y 50 años de edad, que representa a la población económicamente activa. El objetivo en el tratamiento de reconstrucción debe ser la reducción anatómica y la reincorporación rápida a sus actividades laborales y cotidianas.
De ordinario, la reducción cerrada y fijación externa es el procedimiento más socorrido en el tratamiento de las fracturas distales de radio, sobre la reducción abierta y fijación interna, la cual requiere de experiencia en la reducción y fijación óptima.
Los pacientes sometidos a ambos procedimientos de reconstrucción, muestran mejoría en los movimientos, función y dolor residual, basados en escalas estandarizadas y los resultados no muestran diferencia estadísticamente significativa. Sí encontramos diferencia estadísticamente significativa en el tiempo de cirugía siendo superior la reducción cerrada y fijación externa.
Las complicaciones observadas son pocas y suelen resolverse con manejo conservador y resultaron menos frecuentes con reducción abierta y fijación interna. Al comparar las complicaciones, los rangos de movimiento y el índice de complicaciones la placa volar muestran una diferencia estadísticamente significativa en la reducción de complicaciones.
Ambos tratamientos muestran buenos resultados a mediano plazo; no encontramos diferencias entre ambos grupos respecto al dolor y a la discapacidad residual. Las complicaciones son pocas, se resuelven conservadoramente y son menos frecuentes con reducción abierta y fijación interna. Al comparar los rangos de movimiento y el índice de complicaciones, la placa volar muestra diferencia estadísticamente significativa en la reducción de riesgo de las complicaciones.
Sebastián-Castañón S,* Fontaine-Guevara G,** Negrete-Corona J,*** Arteaga-Solís JR*
Hospital Regional «Lic. Adolfo López Mateos», ISSSTE
http://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2012/or125e.pdf